Nubes flotantes ya envejecidas Can Xue.
Hoy accedo por una
recomendación experta a esta autora China representante de la literatura
vanguardista desde finales del siglo XX, que está siendo traducida al español en la
década actual. La traducción, desde mi punto de vista, es problemática e
intrusiva, con interpretaciones políticas absurdas y completamente gratuitas.
La autora se presenta a sí misma en las entrevistas como “la voz de la naturaleza” y afirma sin ambages
que no hay un contenido o trasfondo ideológico político en sus novelas. Esta novela
se sitúa en un nivel simbólico onírico con resonancias del surrealismo más
abstracto y lírico, De hecho la autora también es poeta y explica que su
proceso de creación es la escritura automática.

Si bien, debo reconocer que la obra me ha resultado
desagradable a más no poder, también quiero decir que admiro su valentía y la
creatividad desbordante con la que ha construido este micro universo asfixiante
de seres humanos enredados en una tela de araña de lazos sociales sin sentido y
de impulsos vitales primarios. El carácter animal de lo humano, o no ya de su
componente sino su esencia animal, es fundamental en la comprensión de esa
audacia
con la que se lanza a narrar y
describir los procesos digestivos y mentales de los personajes. La naturaleza,
efectivamente, es la única protagonista;
repele y fascina a un tiempo. La fealdad y la
belleza se convierten en conceptos banales y aleatorios en el marco del devenir
de los seres que van poblando las páginas del libro, como las nubes llenan el
cielo, flotando unos instantes – que en nuestro exiguo
tiempo humano pueden parecer largos - y
dibujando formas que ni siquiera el tiempo, más allá del humano podrá
considerar como existentes.
Observación.
Desconozco si el título original es el mismo y si hay alguna alusión a la famosa novela japonesa Nubes flotantes.